
SIPCA
Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés
Para terminar con las novedades correspondientes a 2024, fruto de nuestro empeño en seguir mejorando la información ofrecida a través de nuestros catálogos web, os informamos de que hemos incorporado a nuestras bases de datos y publicado 1142 fo...
Continuamos con las novedades del otoño en el portal web de SIPCA, cuyos objetivos son solucionar lagunas en nuestros catálogos y seguir mejorando de forma permanente la información ofrecida a través del portal.Y en esta ocasión hemos incorporado a n...
Se encuentra en una de las esquinas de la plaza Mayor, adosada al Ayuntamiento.
Es un edificio de planta cuadrangular y tres pisos, cuya parte inferior se integra en la estructura porticada que configura la plaza mediante vanos adintelados sostenidos por gruesas columnas similares a las de la cercana casa Barón.
La fachada está compuesta mediante dos pisos de balcones, tres por planta, dispuestos a distancias regulares, y se cobija bajo un alero cóncavo de gran vuelo, decorado por pinturas dispuestas en varias escenas. Los balcones de la primera planta están coronados por un frontón curvo.
Uno de los elementos más interesantes de la fachada es su decoración pictórica, que ha sido recuperada recientemente a partir de los restos que se conservaban bajo un revoque moderno.
Los motivos decorativos varían en ambas plantas, que se encuentran separadas por una triple imposta con finas molduras, entre las que se disponen dos bandas horizontales de decoración pictórica.
En la planta baja los vanos de los balcones están enmarcados por pilastras adosadas acanaladas pintadas y en los lienzos situados entre ellas se dispone una decoración (menos abundante que la existente en la planta superior) de rocallas y tornapuntas. En el paño central, más ancho, hay pintado un reloj de sol, con la varilla inserta en una figura que representa un sol flanqueado por las letras alfa y omega.
En la planta superior la decoración es más abundante, aunque dispuesta en composiciones muy equilibradas, y con diferentes motivos pictóricos. Los elementos que enmarcan en este caso los vanos son columnas con capiteles compuestos. En los paños situados entre ellas se dispone la decoración, en la que predominan los motivos vegetales.
El alero está separado en grandes cuadros por pilastrillas acanaladas en ligero relieve, configurando de este modo los marcos para las 11 escenas, cuyo remate superior, entre las pilastras, es en curva de perfiles mixtilíneos. Las pinturas representan la parábola del hijo pródigo, con personajes que alternan vestimentas bíblicas y contemporáneas y rasgos estilísticos de carácter barroco popular.
En el interior del edificio se ha combinado la recuperación de elementos existentes, la reconstrucción de otros reproduciendo sus características originales y la nueva construcción, que se ha diferenciado con claridad de las partes antiguas.
En concreto, se ha reconstruido la escalera central y la planta primera, se han mantenido las fachadas perimetrales y se han descubierto y consolidado interesantes elementos en las bodegas, como varios arcos arcos apuntados.
El momento álgido de construcción de puentes en nuestra región, cuando se levantaron más y mejores obras, tuvo lugar entre los siglos XIII y XVI. Tras haber conocido en nuestro anterior podcast las circunstancias históricas que rodearon y favorecieron la eclosión de este fenómeno durante la baja Edad Media, hoy os proponemos emprender un viaje. A lo largo de antiguas rutas comerciales, cañadas trashumantes y caminos de peregrinación, recorreremos las tres provincias aragonesas, atravesaremos los puentes más interesantes y os descubriremos los más recomendables para visitar.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002